lunes, 19 de marzo de 2012

Tú eres tu peor enemigo.


Puede que un día, sin darnos cuenta nos demos un “tropezón”. Ese tropezón nos dura todo el día, incluso semanas y meses, y nos da la sensación de que somos torpes, feos, gordos, antipáticos, inútiles, y todo lo malo que uno pueda pensar. 

En realidad no nos paramos a pensar que el motivo por el que nos sentimos tan mal no es el habernos levantado con el pie izquierdo. O que hayamos suspendido un examen. O que hayamos discutido con nuestra pareja. El motivo por el que ese día no sonríes eres tú mismo. 

TÚ ERES TU PEOR ENEMIGO.

Pero no te equivoques, esto no es malo. Todos necesitamos venirnos abajo alguna vez. Igual que necesitamos volver arriba. Cuando creemos que hay algo que pesa demasiado, no es un problema externo: es simplemente que no nos vemos capaces.


Y ¿sabes qué?

NO HAY SUEÑOS IMPOSIBLES


Llorar y tomarse un tiempo de reflexión está bien, pero siempre asegurándonos que le dedicamos el tiempo necesario. Volver a sonreír es más fácil de lo que pensamos, sólo tenemos que quitarnos de la cabeza esa vocecilla que nos dice: NO VOY A SER CAPAZ.


Alcazaba de Badajoz, verano de 2010
Os propongo pensar una razón por la que sonreír esta semana, para que nos demos cuenta de que, por muy pequeña que sea, siempre hay una razón por la que ser feliz :) 




 

1 comentario: