"Tengo que hacer tres trabajos, y además me toca limpiar la casa. Encima han ampliado el temario del examen del mes que viene. El frigorífico está vacío, y mi cuenta del banco anda casi igual... ¡Qué agobio, no puedo respirar!"
¿Os suena? Todos hemos vivido un episodio de estrés y agobio. Muchas veces nos ocurre porque nos sentimos con demasiadas responsabilidades y queremos abarcar más de lo que realmente podemos.
"Una persona que vive agobiada es alguien que no sabe vivir, porque no disfruta de lo que hace, se mete prisa a si misma continuamente, está preocupada por lo que va a ocurrir en vez de vivir el presente y ocuparse de ello, y que intenta llevar adelanta más cosas de las que puede hacer"
Para evitar este tipo de presión siempre es bueno distribuir las responsabilidades y planificar nuestro tiempo.
Ahí van dos consejos sencillos para evitar el agobio y el estrés:
- Dedica siempre un momento del día para ti. Escucha una canción, lee un libro, da un paseo... haz lo que te ayude a dejar la mente en blanco y olvidar preocupaciones por un momento, dándote a ti mismo un respiro. Planificar un momento de desconexión nos ayuda a estar más relajados durante el día.
- Procura vivir el presente y no pensar en lo que puede pasar. Resuelve tus responsabilidades a corto plazo, y evita posponerlas, ya que pensar en "las cosas que tenemos que hacer y que aún no hemos hecho" nos produce más estrés. Lo que ocurra en un futuro depende de cómo resolvamos nuestro presente, por lo tanto vive el día a día.
Consejos basados en Patricia M. Maroñas, licenciada en Psicología y docente de la Escuela Española de Desarrollo Transpersonal (EDDT)